CLIVIA Miniata
Temperatura alta o media
Semisombra o sombra
Suelo fértil, bien aireado, drenado
Riego regular
Hoja perenne
Flor: primavera-verano
Bayas rojas
Por sus grandes flores anaranjadas en contraste con el verde oscuro de las hojas, la clivia figura en un lugar privilegiado entre las plantas de tiesto más elegantes y vistosas, solo hay que ver su protagonismo en los patios andaluces. Pero para vivir al aire libre necesita semisombra, calor y un clima libre de heladas (-1º a 5º, zona 10). En las regiones menos cálidas se puede cultivar dentro de casa en un lugar luminoso o en un invernadero. Es una planta fácil, ideal para principiantes.
Hojas
La Clivia miniata es una vivaz de raíces carnosas y frágiles que lentamente va formando matas. Emite hojas planas y gruesas de unos 50 centímetros de largo por cinco de ancho, con la punta redondeada. Surgen dispuestas en abanico.
Flores y Frutos
La floración se inicia al final del invierno y se prolonga hasta el verano. Entre las hojas emergen largos tallos florales en cuyo extremo se abre una umbela de unas diez a 20 flores de seis pétalos anaranjados con el centro amarillo y blanco, y largos y llamativos estambres. En la variedad citrina los pétalos son de color amarillo pálido. Al morir las flores surgen bayas del tamaño de una aceituna que se vuelven rojas en invierno; aunque son decorativas quitan fuerza a la planta.
Cultivo y cuidados
Precisa un lugar luminoso fuera del sol directo; puede vivir en la sombra pero dará menos flores y será más vulnerable a la cochinilla algodonosa, que anida en la base de las hojas. Tolera el aire seco pero no la calefacción. El sustrato debe ser muy aireado y drenar perfectamente para evitar la pudrición de las raíces. Precisa riego regular, más generoso mientras esté en flor, dejando que la tierra se seque entremedias. En primavera y verano conviene aportarle abono para plantas de flor. Para que pueda reflorecer con fuerza debe pasar el invierno en un sitio fresco y luminoso y no recibir agua. Las clivias prefieren vivir con las raíces apretadas, ocupando todo el tiesto. Se han de trasplantar cuando se observen multitud de hijuelos, que se pueden separar para multiplicarlas. Puede atarcarla la roya y el hongo Colletotrichum cliviae, que produce manchas en las hojas.
Usos
Aunque se cultiva habitualmente en tiesto, puede vivir en el suelo del jardín en las regiones libres de heladas, siempre protegida de los rayos directos del sol, que queman las hojas.