Descripción
Temperatura media
Sol, semisombra o sombra
Sustrato medio, bien drenado
Riego moderado
Hoja caduca
Flor insignificante
Arillas escarlatasen otoño
En otoño, un intenso color carmín tiñe el follaje de este arbusto que en los países de habla inglesa llaman descriptivamente burning bush, arbusto ardiente. Esta cualidad y una gran versatilidad aseguran al Euonymus alatus un papel estelar en el jardín: se puede usar como ejemplar de acento, en borduras, grupos, setos libres, pantallas e incluso tiestos grandes. Tolera el frío extremo (hasta -34º, zonas 4-8), el viento y cierto grado de sequía una vez establecido. Crece con bastante lentitud. Es de bajo mantenimiento y no se ve afectado por plagas y enfermedades.
Porte y estructura
La especie se llama alatus por las curiosas formaciones longitudinales planas en forma de alas de sus ramas. La variedad ‘Compactus’ (en la foto), la más frecuente, desarrolla matas de uno a tres metros de altura y extensión, formadas por una densa estructura de ramas más ancha que alta. Hay cultivares más pequeños, por ejemplo ‘Rudy Haag’, que no pasa de 0,90-1,50 metros, y ‘Odom Little Moses’, de 0,60 a un metro de altura.
Hojas
El follaje está formado por hojas ovaladas de 7-8 centímetros de largo acabadas en punta; en verano es de un brillante color verde oscuro que va virando poco a poco al rojo. Las tonalidades son más rosadas o fucsias si se cultiva en semisombra o sombra. En el cultivar ‘Fire Ball’ el rojo es todavía más vivo. La variedad ciliatodentatus, de bajo porte y hojas de apenas dos centímetros de largo, se usa en bonsáis.
Flores y frutos
Entre mayo y junio produce en los brotes del año florecillas de color amarillo verdoso sin interés ornamental. En otoño dan paso a cápsulas colgantes de color rojo púrpura o rosadas que recuerdan un bonete religioso (bonetero es otro de los nombres comunes del evónimo). Al abrirse dejan aparecer pequeños frutos (arillas) de un vistoso color escarlata o anaranjado entre el follaje rojo; son tóxicos.
Cultivo y cuidados
Se puede cultivar al sol o en semisombra, aunque también se adapta a la sombra. Siempre que tenga buen drenaje vive en cualquier tipo de suelo, si bien lo prefiere medianamente rico; incluso tolera los arcillosos no muy húmedos y los calizos. El pH le resulta indiferente. No necesita poda, excepto de limpieza. Admite no obstante los recortes fuertes, que permiten modelarlo acentuando su porte redondeado.