Descripción:

Sulcorebutia candiae es un cactus pequeño y globular que normalmente crece entre 5 y 8 centímetros de diámetro. Su cuerpo es de un verde intenso, que a menudo adquiere un tono ligeramente azulado bajo ciertas condiciones de iluminación. El cactus está densamente cubierto de tubérculos en lugar de costillas, que son más comunes en muchos otros cactus. Cada tubérculo está adornado con un grupo de espinas, generalmente entre 6 y 8. Estas espinas son delgadas, rectas y de color blanco o amarillento, lo que proporciona un contraste sorprendente con el cuerpo verde de la planta. Una de las características más cautivadoras de Sulcorebutia candiae son sus flores. Las flores, que florecen en primavera y principios de verano, son relativamente grandes en comparación con el tamaño del cactus y miden hasta 4 centímetros de diámetro. Los pétalos son de un magenta vibrante o de un amarillo brillante, creando un toque de color vivo. Las flores emergen de la base de la planta y a menudo aparecen en racimos, lo que puede crear una exhibición impresionante cuando el cactus está en plena floración. El sistema de raíces de la planta es relativamente poco profundo pero está bien adaptado a su hábitat rocoso natural, lo que le permite anclarse firmemente en las grietas mientras extrae humedad del suelo escaso. Sulcorebutia candiae también es conocida por su lento ritmo de crecimiento, típico de muchos cactus, lo que la convierte en una adición duradera a cualquier colección de suculentas.

Cultivo:

Cultivar Sulcorebutia candiae puede ser una experiencia gratificante para los entusiastas de los cactus, dada su apariencia llamativa y sus requisitos de cuidado relativamente sencillos. Sulcorebutia candiae requiere mucha luz brillante para prosperar. Lo ideal es colocarlo en un lugar donde pueda recibir varias horas de luz solar directa al día. Sin embargo, en climas muy cálidos, un poco de sombra por la tarde puede ayudar a prevenir las quemaduras solares. El cactus necesita un suelo con buen drenaje para evitar la pudrición de las raíces. Lo ideal es una mezcla de cactus o suculentas, a menudo complementada con arena o perlita adicional para mejorar el drenaje. Es fundamental evitar suelos que retengan la humedad durante largos períodos. Como muchos cactus, Sulcorebutia candiae es tolerante a la sequía y prefiere mantenerse seco. Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), riegue bien la planta pero deje que la tierra se seque por completo entre riegos. En el período de inactividad (otoño e invierno), reduzca significativamente el riego, dando sólo lo suficiente para evitar que se marchite. Este cactus está acostumbrado a temperaturas nocturnas más frescas y puede tolerar breves períodos de heladas, lo que lo hace algo más resistente que otros cactus. Sin embargo, es mejor protegerlo de una exposición prolongada a condiciones de congelación. Un rango de temperatura ideal durante la temporada de crecimiento es entre 15°C y 25°C. Sulcorebutia candiae se beneficia de una alimentación ocasional durante la temporada de crecimiento. Por lo general, es suficiente un fertilizante equilibrado y soluble en agua diluido a la mitad. Se debe evitar la fertilización excesiva, ya que puede provocar un crecimiento excesivo que puede debilitar la planta. Sulcorebutia candiae se beneficia de una alimentación ocasional durante la temporada de crecimiento. Por lo general, es suficiente un fertilizante equilibrado y soluble en agua diluido a la mitad. Se debe evitar la fertilización excesiva, ya que puede provocar un crecimiento excesivo que puede debilitar la planta. Este cactus es relativamente resistente a las plagas, pero ocasionalmente puede sufrir cochinillas y arañas rojas. La inspección periódica y el tratamiento oportuno con jabón insecticida adecuado o aceite de neem pueden mantener las infestaciones bajo control. La pudrición de la raíz puede ser un problema si la planta se riega en exceso o si la tierra no drena bien.

Propagación:

La propagación de Sulcorebutia candiae generalmente se realiza a través de compensaciones o semillas. Las compensaciones son pequeños clones que crecen en la base de la planta madre. Estos se pueden quitar con cuidado y plantar en sus propias macetas una vez que hayan desarrollado algunas raíces. Asegúrese de que la tierra drene bien y evite regar la maceta recién plantada durante unos días para permitir que las heridas sanen y eviten la pudrición. La propagación de semillas es otro método, pero requiere más paciencia. Las semillas deben sembrarse en una mezcla con buen drenaje y mantenerse ligeramente húmedas hasta la germinación. Proporcionar un ambiente cálido con luz indirecta puede ayudar a fomentar una germinación exitosa. Una vez que las plántulas sean lo suficientemente grandes como para manipularlas, se pueden trasplantar a macetas individuales.