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MAMMILLARIA MATUDAE

Mammillaria matudae es originaria de las regiones montañosas del centro de México, específicamente se encuentra en los estados de Oaxaca, Puebla y México. Prospera en elevaciones entre 1.500 y 2.300 metros, donde el clima es semiárido con distintas estaciones húmedas y secas. Estas áreas se caracterizan por terrenos rocosos con suelos bien drenantes, a menudo compuestos de roca volcánica y piedra caliza.


El hábitat natural experimenta veranos calurosos e inviernos suaves, con variaciones de temperatura a las que los cactus de esta región se han adaptado. Este cactus se beneficia de los microclimas creados por el paisaje accidentado, donde puede encontrar refugio y el equilibrio óptimo de luz solar y sombra necesario para su crecimiento.

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Descripción:

Mammillaria matudae es un cactus pequeño y columnar que normalmente crece en racimos, formando grupos densos. Cada tallo es cilíndrico y alcanza hasta 30 centímetros de altura y entre 3 y 4 centímetros de diámetro. El cactus está cubierto de tubérculos, que son cónicos y están dispuestos en forma de espiral. Estos tubérculos están rematados con areolas blancas y lanudas de las que emergen las espinas. Las espinas son una característica clave de identificación de esta especie. Cada areola produce alrededor de 15 a 20 espinas radiales que son blancas y con forma de aguja, y miden aproximadamente 1 centímetro de largo. En el centro, suele haber de una a cuatro espinas centrales que son más oscuras, a menudo de color marrón rojizo y ligeramente más largas que las espinas radiales. Durante la temporada de floración, típicamente desde finales de primavera hasta principios de verano, Mammillaria matudae produce pequeñas flores en forma de embudo que emergen de la parte superior del cactus. Las flores son de un llamativo color rosa o magenta y miden entre 1,5 y 2 centímetros de diámetro. Estas flores atraen a varios polinizadores, que ayudan en el proceso reproductivo de la planta. Después de la polinización, el cactus desarrolla frutos pequeños en forma de maza, de color rojo brillante y que contienen numerosas semillas diminutas. La apariencia general de Mammillaria matudae, con su densa cobertura de espinas y flores vibrantes, la convierte en una opción popular entre los coleccionistas y entusiastas de los cactus. Su tamaño manejable y sus requisitos de cuidado relativamente sencillos también contribuyen a su atractivo.

Cultivo:

Cultivar Mammillaria matudae puede ser una experiencia gratificante, siempre que se satisfagan sus necesidades específicas. Este cactus prefiere una mezcla de tierra con buen drenaje, que se puede lograr combinando tierra de cactus estándar con perlita o piedra pómez adicional para mejorar el drenaje. Garantizar un buen drenaje es fundamental para evitar la pudrición de las raíces, un problema común en los cactus en suelos con mal drenaje. Al plantar Mammillaria matudae, elija un recipiente con orificios de drenaje para permitir que escape el exceso de agua. Este cactus prospera bajo la luz solar indirecta y brillante. Lo ideal es colocarlo en un lugar donde reciba mucha luz pero protegido del sol intenso y directo del mediodía, que puede provocar quemaduras solares. Suele ser adecuada una ventana orientada al sur o al este. El riego debe hacerse con moderación. Durante la temporada de crecimiento, desde primavera hasta principios de otoño, riegue bien el cactus, permitiendo que la tierra se seque por completo entre riegos. En invierno, reduzca significativamente el riego, ya que la planta entra en un período de inactividad y requiere menos humedad. El riego excesivo, especialmente durante los meses más fríos, puede provocar la pudrición de las raíces y otros problemas. Fertilizar Mammillaria matudae puede ayudar a promover un crecimiento y una floración saludables. Utilice un fertilizante equilibrado y soluble en agua diluido a la mitad y aplíquelo una vez al mes durante la temporada de crecimiento. Evite fertilizar en invierno, ya que el crecimiento del cactus se ralentiza. Mammillaria matudae prefiere temperaturas cálidas, pero puede tolerar condiciones más frías siempre que estén por encima del punto de congelación. Las temperaturas ideales oscilan entre 18 y 24°C durante la temporada de crecimiento, con un ligero descenso durante la noche. En invierno, puede soportar temperaturas de hasta 10°C si se mantiene seco. El trasplante debe realizarse cada dos o tres años, o cuando el cactus supere su maceta. Al trasplantar, manipule el cactus con cuidado para evitar dañar las espinas y las raíces. Utilice tierra fresca y con buen drenaje y una maceta un poco más grande para adaptarse al crecimiento.

Propagación:

La propagación de Mammillaria matudae generalmente se realiza a través de compensaciones o semillas. Compensaciones, o cachorros Se forman alrededor de la base de la planta madre y se pueden quitar suavemente con un cuchillo esterilizado. Deje que las compensaciones se sequen durante unos días antes de plantarlas en una mezcla de tierra con buen drenaje. La propagación de semillas es otro método, pero requiere más paciencia. Siembre las semillas en la superficie de una mezcla de tierra con buen drenaje y cúbralas ligeramente con arena o grano fino. Mantenga la tierra húmeda pero no encharcada y proporcione un ambiente cálido con luz indirecta. La germinación puede tardar varias semanas.

Curiosidad:

Mammillaria matudae recibe su nombre en honor al botánico japonés-mexicano Eizi Matuda, quien hizo importantes contribuciones al estudio de la flora mexicana. Este cactus, como muchos del género Mammillaria, ha evolucionado para sobrevivir en condiciones difíciles, utilizando sus espinas para proporcionar sombra y reducir la pérdida de agua. Curiosamente, la disposición en espiral de los tubérculos no es sólo un patrón aleatorio, sino que sigue la secuencia de Fibonacci, un patrón matemático que se encuentra a menudo en la naturaleza.